elocubraciones de una mente dispersa
En la vida de toda persona suceden cosas que no podemos tocar, ni planear. Cosas que aunque no queramos nos trastocan todo y hacen que por un instante se tambalee toda nuestra existencia, donde hablan los silencios y enmudecen las palabras . Hay veces que por mucho que queramos, todo, absolutamente todo deja de tener sentido en una fracción de segundo y sucede lo que nadie espera.
No me estoy intentando justificar de nada, pues no tengo motivo para ello. Hice lo que creí conveniente en un momento determinado porque en la vida hay trenes que nunca debemos dejar escapar y este era para mí, aunque haya gente que no comprenda los actos.
Si tuviera que pedir perdón lo haría, pero considero que no hice nada malo, simplemente y como dije antes, hice lo que creí conveniente a pesar de que no lo entendieran. No voy a estar toda la vida esperando que un tren que alguien me enseñó que había descarrilado, vuelva a recorrer unas vías llenas de hortigas, vacías de esperanza.
La esperanza dura un tiempo no se cuanto, cuando esta se marchita decimos que hemos pasado página en un libro que creemos estar escribiendo con cada uno de nuestros actos. El mío por algún motivo ha decidido pasar al siguiente capítulo, y, por voluntad propia, me incita a seguir mi camino, un camino que sólo yo elijo, decido e interpreto.
Por último y no menos importante, no se porque determinada gente se enfada porque otras personas intentan seguir su camino, cuando son ellas quienes deciden darlo por finalizado, pero claro siempre creen poder volver atrás, cosa que no siempre se consigue.
No me estoy intentando justificar de nada, pues no tengo motivo para ello. Hice lo que creí conveniente en un momento determinado porque en la vida hay trenes que nunca debemos dejar escapar y este era para mí, aunque haya gente que no comprenda los actos.
Si tuviera que pedir perdón lo haría, pero considero que no hice nada malo, simplemente y como dije antes, hice lo que creí conveniente a pesar de que no lo entendieran. No voy a estar toda la vida esperando que un tren que alguien me enseñó que había descarrilado, vuelva a recorrer unas vías llenas de hortigas, vacías de esperanza.
La esperanza dura un tiempo no se cuanto, cuando esta se marchita decimos que hemos pasado página en un libro que creemos estar escribiendo con cada uno de nuestros actos. El mío por algún motivo ha decidido pasar al siguiente capítulo, y, por voluntad propia, me incita a seguir mi camino, un camino que sólo yo elijo, decido e interpreto.
Por último y no menos importante, no se porque determinada gente se enfada porque otras personas intentan seguir su camino, cuando son ellas quienes deciden darlo por finalizado, pero claro siempre creen poder volver atrás, cosa que no siempre se consigue.
"Hoy la vida llueve penas,
gotas de desesperación,
mis lágrimas son ríos, venas,
desangrándome el corazón"
gotas de desesperación,
mis lágrimas son ríos, venas,
desangrándome el corazón"
No se lo que te ha sucedido pero desde los madriles te mando ánimos. Había perdido tu página, lo siento. Me tienes olvidada. Besos
Posted by
Anónimo |
12:44 p. m.